quarta-feira, 23 de setembro de 2009

Mulheres Hackers

Fuçando, achei este artigo, que gostei:
"Hackear es político"
by Veronica Engler. http://obn.org/hackers/text4.html


Barbara Thoens es una de las pocas integrantes femeninas del mítico Chaos Computer Club (www.ccc.de), un grupo de hackers de Alemania que desde principios de los ‘80 viene realizando congresos anuales para intercambiar información acerca de todo ese fluido misterioso que se mueve en el underground digital.
Ella es un muy buen ejemplo para romper estereotipos: no es varón, no es un jovenzuelo X que mientras tomaba la mamadera jugaba a los videogames, tampoco es un teenager lánguido que oculta su carita llena de acné tras el monitor de su computadora, y mucho menos es una chica tímida que mata sus frustraciones amorosas "rascando código". Muy por el contrario, Barbara es una hermosa mujer que ya promedia la cuarentena (aunque aparenta muchos menos) y es muy simpática. Locuaz a la hora de contar su historia con el maravilloso mundo de los dígitos, la fémina germana no se amilana por su dificultad para expresar en inglés lo que tiene para decir.
Lo que sigue es el resultado de una charla que tuvo lugar en Rotterdam (Holanda) en marzo de 1999, en uno de los intervalos entre las actividades que se llevaron a cabo en el marco del II Congreso Internacional de Ciberfeminismo (www.obn.org), en donde Barbara disertó sobre "Linux y la filosofia del free-software".

Chica multifacética

Otra de las rarezas de esta fémina devenida hacker es que al momento de comenzar su relación con las computadoras ya estaba por cumplir los treinta años, y su formaci-ón provenía de las humanidades: había pasado más de diez años en la Universidad de Heidelberj para diplomarse en pedagogía, sociología y ciencias políticas. La joven blonda en esa época también recorría Alemania con su grupo de musica punk Eispruhj (Ovulación), la primera banda formada por mujeres en Alemania.
Al terminar sus estudios, la cientista social se encontró con la dura realidad del desempleo, y fue justamente esta desavenencia la que la llevó a tener su primer acercamiento intensivo con el mundo de la programación. "Terminé mis estudios al principio de los ‘80 y en el ‘84 más o menos, me mudé a Franckfurt para comenzar unos cursos de computación, porque el gobierno tenía un programa para los desempleados: te pagaban los cursos para estudiar programación a cambio de que luego, cuando estuvieras empleada, les pagaras una proporción de tu sueldo. Era bastante duro, porque esos cursos te tomaban unas 10 horas al día, teníamos que aprender un montón de lenguajes de programación. Era bastante difícil porque cada dos semanas teníamos que pasar un test programando algo, tenía que estudiar mucho. Pero la verdad es que fue muy bueno para mi, porque yo nunca hubiera podido pagar ese curso ya que era muy caro.”
Después del curso, la novel programadora se mudó a Berlín para probar suerte con sus nuevas armas. "Ahí conseguí un trabajo como programadora y esa fue la primera vez que programé por plata. Realmente no me pagaban muy bien pero para mi, que nunca tenía plata, era bastante. Cuando terminé mi trabajo en la compañía de Berlín, empecé a enseñar programación de lenguajes en institutos. Por una parte fue una buena experiencia, pero a mi no me llenaba del todo enseñar porque a mi lo que me gusta es programar. Pero en esa época para las mujeres era más fácil conseguir trabajo en la docencia que en programación. Es una cuestión histórica, se supone que los hombres son mejores en esas cosas, no se acostumbraba a contratar a las mujeres para esos trabajos, ahora ha cambiado un poco, pero en los ‘80 no era común.”

Sumergida en el Chaos

La primera vez que Barbara asistió a un congreso del Chaos Computer Club (CCC) fue en 1989. "En esa época yo creía que eran reuniones secretas, pero cuando fui ahí me di cuenta de que no era como imaginaba. En Alemania todos creen que es algo misterioso, pero es una especie de mitología que hay en torno al CCC. Los hackers son muy simpáticos y amistosos, y cuando hay una mujer ellos son encantadores. Realmente te sentías muy bien.”
En ese encuentro Barbara conoció a una de las pocas congéneres que por esa época tenían una presencia activa en el CCC: Rena Tangens, otra de las hackers que estuvo disertando en el II Encuentro Internacional sobre Ciberfeminismo.

- ¿Eran las dos únicas mujeres en ese momento en el CCC?
No. Había otras mujeres pero en el background, generalmente eran las novias de los hackers, que no estaban realmente interesadas en computadoras. Había pocas mujeres.
Mi comienzo en el CCC fue muy gracioso. Cuando yo llegué era linda y había ido sola. Después de un tiempo algunos de ellos comenzaron a decir que yo era una espía, porque la mayoría de las mujeres van con sus novios. Yo había aprendido a programar y quería conocerlos porque estaba muy interesada, y me acercaba a ellos para socializar y les preguntaba el nombre y ese tipo de cosas, pero para ellos no era algo normal, realmente estaban molestos de que les hiciera preguntas personales. Yo no era nada paranoica, pero tuve que aprender de eso. Ahora ya sé que no es bueno preguntarle el nombre a un hacker cuando lo acabas de conocer.
Después de un tiempo de todos esos incidentes, un chico del CCC hizo un pin que decía "Yo soy un espía”, y en el siguiente congreso que se realizó, casi todos los hackers que asistieron llevaban ese prendedor que decía "Yo soy un espía”, fue muy gracioso.

” Entonces siempre estaba buscando la forma de conectar mis conocimientos en computación con cuestiones humanísticas. Quería saber que tenían que hacer las computadoras con los seres humanos y donde estaban los problemas... y en eso está el CCC, viendo esas cuestiones. Todo eso tiene que ver con mi tradición de luchar en contra de las estructuras autoritarias en la sociedad.
Entonces, cuando fui a ver a la gente del CCC me di cuenta de que tenía que aprender otras cosas, no sólo Cobol, y fue realmente fascinante lo que me enseñaron. Por ejemplo, antes de eso yo no estaba conectada a ninguna red, en los ‘80 eso todavía no estaba bastante extendido. Y cuando yo fui al CCC inmediatamente ellos me explicaron como tener un módem y como conectarme a Internet. Entonces me compré mi primer módem que era de 2400 bps y tenía una pequeña Attari. Cuando volví a Berlín, me conecté la misma noche que llegué. Y tras instalar el módem mi cuenta de teléfono se incrementó bastante, porque empecé a utilizar mi primer mailbox, que era de un server de la comunidad del CCC que estaba en Holanda. Pero después pude entrar a otros BBS’s y pude comenzar a intercambiar información y aprender Unix y C. Ser hacker "Es una actitud de vida que significa que eres curiosa, que vives involucrada con sistemas (de computación), que te interesa averiguar que hay detrás de las cosas; pero no se trata sólo de cuestiones de computadoras. Se trata de hacer las cosas por una misma. Darte cuenta de que puedes armar tu propio sistema, de que puedes hacer tus propias herramientas: ésta es una de las cosas más importantes para mi del hacking. Porque para mi el hacking es crear y no destruir, puedes aprender mucho de eso. El conocimiento esta conectado con el poder mucho más de lo que pensamos. Para mi es algo muy importante conseguir mi propio conocimiento y tener redes con otra gente para compartir el conocimiento. Es realmente bueno tener una comunidad con quien intercambiar estas ideas, creo que esto puede ser realmente subversivo."

Nenhum comentário:

Postar um comentário